1. Introducción
Oír significa tener contacto continuo con el entorno que nos induce a indagarlo, posibilitando más experiencias e informaciones porque nos permite anticipar o deducir lo que ocurre. El sistema auditivo está abierto permanentemente, percibe sonidos de múltiples direcciones y nos mantiene en alerta continua; por lo tanto, un déficit en la audición produce una falta de control del entorno, inseguridad, y además no se adquiere el lenguaje oral de forma natural. Esto no significa un déficit psíquico, tampoco una inadaptación social.
1.1 Breve recorrido histórico
La concepción de la sordera a lo largo de la historia ha ido cambiando, ya Aristóteles nos decía que las personas sordas no pueden razonar, ya que carecen de lenguaje y de palabras, aunque Platón indicaba que los signos eran aptos para expresar sentimientos y pensamientos.
En el siglo IV a.C Hipócrates consideraba la sordera como una enfermedad.
El Derecho Romano clasifica a los sordos como los “mentecatos” y decía que no podían heredar ni hacer testamento.
En el Código Justiniano (año 531) se consideraba que los sordos eran capaces de leer y escribir y se les concedieron derechos legales; aunque en la Edad Media se abolió este derecho.
A partir de la Edad Moderna se comprobó que había sordos que podían comunicarse con una lengua basada en signos convencionales, es decir, configuraciones manuales.
En el siglo XVI se dieron los primeros intentos para educar a los sordos (Ponce de León y Joachím Pasche).
En los últimos años del s.XVIII, se distinguen dos maneras de educar a los sordos: el oralismo (se educaba a los sordos para que pudieran comunicarse a través de la lengua oral, que implica la lectura labial) y el gestualismo (se les educaba utilizando la lengua de signos como un idioma con todas sus características).
A partir de los años 60, se considera como Lengua de Signos Americana y se sistematiza como primera lengua para sordos (William Stokoe).
En el 2007 es considerada como lengua oficial tanto la lengua de signos española como la lengua de signos catalana.
2. Acotación conceptual
Audición es el proceso psico-fisiológico que proporciona al ser humano la capacidad de oír.
La hipoacusia es la disminución de la percepción auditiva, aunque es más funcional que la sordera, que es la pérdida total, a lo que se denomina cofosis.
Consideramos sordo a aquel que, a veces, con relativa independencia de su pérdida, se siente parte de la comunidad sorda, conoce su lenguaje y sus particularidades culturales, relacionadas con el papel predominante de la experiencia visual.
3. Clasificación de las categorías diagnósticas
Podemos distinguir tres tipos de alumnos, en el ámbito educativo, según su pérdida auditiva:







Según el grado de pérdida, diferenciamos:






Según el momento en el que el agente ocasiona la sordera:





Según el momento en que se inicia:



4. Sintomatología identificativa
Los indicadores que nos pueden hacer sospechar que el niño tiene un problema de audición son:








Se aprecia un retraso en el desarrollo del lenguaje oral:
2 años: no entiende órdenes, no identifica partes del cuerpo y no hace frases de dos palabras; puede que no entienda bien las palabras, pero comprende lo que dices por el contexto.
3 años: no repite una frase de dos o más palabras, no contesta a preguntas sencillas y no se le entiende; si no repite la frase, puede que no haya entendido bien la palabra, por lo que no puede imitarla.
4 años: No sabe contar lo que le pasa y no mantiene una conversación sencilla.
5 años: tiene un lenguaje difícil de entender y no sabe mantener una conversación con otros niños.
Si encontramos al menos dos indicadores podemos sospechad de que hay un problema de audición o una hipoacusia.
Para hacer una valoración a nivel casero:


1º)Viendo la cara del examinador.
2º)Sin ver la boca del examinador.
Tenemos que comprobar que el nivel de atención es igual en los dos niveles y comprobar la diferencia en los dos casos.
5. Consecuencias sociales y educativas
Según el enfoque Vygotskiano el lenguaje, en un principio, tiene función de comunicación social y después se interioriza para dirigir y organizar la actividad intelectual. La ausencia de lenguaje verbal externo puede dar pie a dificultades para desarrollar el pensamiento y para desarrollar el lenguaje interno, y ambas provocan la limitación del desarrollo cognitivo de las personas sordas.
Ahora bien, si hay una audición y un lenguaje limitado, hay menos interacciones sociales, y también hay más desajustes en las interacciones con los adultos e iguales.
Si sabemos que la audición es un sistema de recepción siempre abierto que permite ver y oír a la vez para recibir información continua y variada, entonces la dificultad para percibir toda esta información provoca situaciones de incomprensión del entorno. También provoca retraso en el establecimiento de las relaciones causales y en la ordenación temporal de los hechos.
6. Etiopatogenia
Nombre | Descripción | Grado de pérdida | Tipo |
Obstrucciones del oído externo | Tapones de cera y cuerpos extraños. | De 30 a 40 decibelios. | Conductiva |
Obstrucciones del oído externo y/o medio | Agenesia del oído externo y/o medio | De 50 a 60 decibelios. | Conductiva |
Obstrucción tubárica | Incidencia en la función auditiva. Con pérdida ligera o media. | De 50 a 60 decibelios (puede ser crónica). | Conductiva |
Otitis | Inflamaciones del oído medio. | De 40 a 60 decibelios. | Mixta |
Distrofias óseas | Primero conductiva y luego evoluciona a mixta, pudiendo dar cofosis. | No oyen nada | Conductiva, mixta o cofosis |
Alteraciones vasculares y de los líquidos linfáticos del oído interno | Enfermedad de Meniére. | Pérdida variable. | Neurosensorial |
Traumatismos | Descompresión brusca, ondas expansivas, traumatismos sonoros… | Pérdida variable. | Variable |
Sorderas por intoxicación de medicamentos | Medicamentos y agentes químicos y tóxicos. | Grado variable de pérdida. | Neurosensorial |
Sorderas por infecciones generales | Gripe, meningitis, fiebre… | Grado variable. | Neurosensorial |
Neurinomas | Tumores en el nervio. Unilateral. | Pérdida variable. | Neurosensorial |
Lesión en el tronco encefálico | Comprensivos o vasculares; puede haber o no manifestación de pérdida tonal. | Pérdida tonal variable. | Central |
Alteraciones en corteza auditiva | Perturbación en la comprensión del lenguaje (afasia). | Pérdida variable. | Central |
Genética | Recesiva; severa a grave, bilateral. | No progresiva. | Neurosensorial |
7. Respuestas educativas
Las necesidades educativas del alumno tienen que ser detectadas de forma temprana y especializada para que tenga una audición lo más funcional posible. Debe disponer de un entorno educativo con una comunicación eficaz para rehabilitar al máximo la audición y acceder al lenguaje oral y a las habilidades cognitivas que esto implica.
Se tiene que fomentar la seguridad del alumno en sí mismo y conseguir una integración social para acceder al currículum ordinario con la implicación de la familia.
El alumno sordo en el aula no recibe bien la información, ya que utiliza solo la visión y ésta no permite una atención dividida. Su nivel lingüístico es inferior y puede tener dificultades a la hora de entender el lenguaje que se utiliza, aunque no tiene problemas para las actividades que requieran una gran mediación del lenguaje.
Necesitan de un uso intensivo de medios visuales para aprender porque parten de un nivel de experiencias más pobres y reducidas. A la vez, necesitan un proceso de enseñanza más inducido y ajustado.
Importante mencionar diferentes estrategias para comunicarse con el alumno en clase:












Algo muy importante es ubicar al alumno en un lugar en el que pueda ver al profesor, donde no le de la luz en la cara, e intentando evitar los ruidos de fondo.
Se pueden distinguir cuatro tipos de apoyos para el alumno:




8. Ayudas técnicas
Ayudas técnicas:

El audífono se adecuará a cada usuario según el grado y tipo de pérdida auditiva.
Hay cuatro tipos de audífonos:





Consta de una parte externa, parecida al audífono, y otra interna, situada en la cóclea y para cuya implantación se requiere una intervención quirúrgica.
Ayudas técnicas o productos de apoyo:






9. Conclusiones
Hemos visto que la disminución de la audición puede paliarse con medidas técnicas, médicas y educativas.
Nuestra implicación como educadores es dar respuestas educativas individualizadas según el grado de pérdida de audición.
La pérdida auditiva es un factor que, a nivel cognitivo, es muy discapacitante porque condiciona, en gran medida, el desarrollo de la misma; en tablas comparativas hemos podido observar que las personas con discapacidad auditiva no llegan al pleno desarrollo cognitivo como las que tienen discapacidad visual o como las personas oyentes.
Es cierto que muchas discapacidades condicionan el desarrollo íntegro de la persona, pero, basándonos en estudios estadísticos, hemos visto que la discapacidad auditiva es una de las que más perjudica.
Mayoritariamente en el grupo, consideramos la discapacidad visual más restrictiva que la auditiva.
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