viernes, 7 de enero de 2011

La Discapacidad Auditiva

1.     Introducción
Oír significa tener contacto continuo con el entorno que nos induce a indagarlo, posibilitando más experiencias e informaciones porque nos permite anticipar o deducir lo que ocurre. El sistema auditivo está abierto permanentemente, percibe sonidos de múltiples direcciones y nos mantiene en alerta continua; por lo tanto, un déficit en la audición produce una falta de control del entorno, inseguridad, y además no se adquiere el lenguaje oral de forma natural. Esto no significa un déficit psíquico, tampoco una inadaptación social.

1.1  Breve recorrido histórico

La concepción de la sordera a lo largo de la historia ha ido cambiando, ya Aristóteles nos decía que las personas sordas no pueden razonar, ya que carecen de lenguaje y de palabras, aunque Platón indicaba que los signos eran aptos para expresar sentimientos y pensamientos.
En el siglo IV a.C Hipócrates consideraba la sordera como una enfermedad.
El Derecho Romano clasifica a los sordos como los “mentecatos” y decía que no podían heredar ni hacer testamento.
En el Código Justiniano (año 531) se consideraba que los sordos eran capaces de leer y escribir y se les concedieron derechos legales; aunque en la Edad Media se abolió este derecho.
A partir de la Edad Moderna se comprobó que había sordos que podían comunicarse con una lengua basada en signos convencionales, es decir, configuraciones manuales.
En el siglo XVI se dieron los primeros intentos para educar a los sordos (Ponce de León y  Joachím Pasche).
En los últimos años del s.XVIII, se distinguen dos maneras de educar a los sordos: el oralismo (se educaba a los sordos para que pudieran comunicarse a través de la lengua oral, que implica la lectura labial) y el gestualismo (se les educaba utilizando la lengua de signos como un idioma con todas sus características).
A partir de los años 60, se considera como Lengua de Signos Americana y se sistematiza como primera lengua para sordos (William Stokoe).
En el 2007 es considerada como lengua oficial tanto la lengua de signos española como la lengua de signos catalana.

2.     Acotación conceptual

Audición es el proceso psico-fisiológico que proporciona al ser humano la capacidad de oír.

La hipoacusia es la disminución de la percepción auditiva, aunque es más funcional que la sordera, que es la pérdida total, a lo que se denomina cofosis.

Consideramos sordo a aquel que, a veces, con relativa independencia de su pérdida, se siente parte de la comunidad sorda, conoce su lenguaje y sus particularidades culturales, relacionadas con el papel predominante de la experiencia visual.

3.     Clasificación de las categorías diagnósticas

Podemos distinguir tres tipos de alumnos, en el ámbito educativo, según su pérdida auditiva:
*      Sordo: alumno con pérdida auditiva neurosensorial  bilateral (en los dos oídos) profunda (superior a 90 decibelios). El síntoma principal e inicial es la mudez, no desarrollan el habla. Su manera de aprender y de relacionarse con el mundo es a través del canal visual.
*      Hipoacúsico: alumno que tiene dificultades de comprensión sobre las cosas que oye. Puede hablar, aunque no inteligiblemente. Aunque sea deficitaria, su vía principal es la auditiva, se apoyan en lo visual para comprender los aspectos en los que tienen dificultades. Dentro de las hipoacusias vemos:
*     Hipoacusia de transmisión o de conducción: afecta al oído externo y al oído medio. Es debida a taponamientos de cerumen, a otitis. Causa problemas de huesecillos. La mayoría pueden curarse por tratamientos médicos, por lo que son transitorias. Son pérdidas cuantitativas (todos los sonidos se oyen menos; no cambia la calidad del sonido; necesitamos mayor intensidad). Suelen ser pérdidas de 60 decibelios. Normalmente se tiene la sensación de oídos taponados; suelen hablar muy bajo ya que ellos se oyen muy fuerte. Es la menos complicada.
*     Hipoacusia neurosensorial o de percepción: afecta al oído interno y al nervio auditivo. No está bien denominado de “percepción”, ya que esto se produce en el cerebro. En la mayoría de las veces, producen hipoacusias más graves. No es solo pérdida cuantitativa, sino también cualitativa (pérdida de graves y agudos).
*     Hipoacusia mixta: afecta tanto al oído externo, como al medio y al interno. Tiene parte de conducción y parte neurosensorial. Primero se deberá tratar la de conducción.
*     Hipoacusia central: afecta a la corteza cerebral. Los sonidos llegan al cerebro, pero no son interpretados. Tiene un componente cognitivo. Pueden entender lo que les decimos, no porque lo oigan, sino por el contexto.
*      Con audición funcional: (mixto) alumnos a los que les ha realizado un implante coclear a edades tempranas. Cuando tienen este implante, actúan como hipoacúsicos, mediante el canal auditivo; y sin el implante son sordos, actúan mediante el canal visual.

Según el grado de pérdida, diferenciamos:
*      Normal: de 0 a 20 decibelios.
*      Hipoacusia ligera: de 20 a 40 decibelios.
*      Hipoacusia media: de 40 a 70 decibelios.
*      Hipoacusia severa: de 70 a 90 decibelios.
*      Hipoacusia profunda: más de 90 decibelios.
*      Cofosis: no oyen nada.

Según el momento en el que el agente ocasiona la sordera:
*      Hereditarias o genéticas: comienzo precoz. Las hay de las que son progresivas. Pueden perder primero la visión y luego la audición. También pueden ser producidas más tarde.
*      Adquiridas: por bacterias, virus, medicamentos…
*     Prenatales: durante la gestación.
*     Perinatales: durante el nacimiento.
*     Postnatales: después del nacimiento.

Según el momento en que se inicia:
*      Prelocutiva: se inicia antes de que el niño haya adquirido el habla.
*      Perilocutiva: cuando el niño ha adquirido el lenguaje, pero todavía no ha adquirido la lectoescritura.
*      Postlocutiva: posterior a la adquisición tanto del habla como de la lectoescritura.

4.     Sintomatología identificativa

Los indicadores que nos pueden hacer sospechar que el niño tiene un problema de audición son:
*      No reacciona a los sonidos.
*      No vuelve la cabeza cuando se le llama (pueden reaccionar pero no saber de dónde viene el sonido).
*      No identifica el sonido que ha oído.
*      No señala las cosas que se le nombran.
*      No presta atención durante el relato de cuentos.
*      Es necesario elevar la intensidad de la voz para que comprenda.
*      Observa detenidamente la cara del que le habla.
*      Se queja de que no oye o de que oye pero no entiende.

Se aprecia un retraso en el desarrollo del lenguaje oral:
2 años: no entiende órdenes, no identifica partes del cuerpo y no hace frases de dos palabras; puede que no entienda bien las palabras, pero comprende lo que dices por el contexto.
3 años: no repite una frase de dos o más palabras, no contesta a preguntas sencillas y no se le entiende; si no repite la frase, puede que no haya entendido bien la palabra, por lo que no puede imitarla.
4 años: No sabe contar lo que le pasa y no mantiene una conversación sencilla.
5 años: tiene un lenguaje difícil de entender y no sabe mantener una conversación con otros niños.

Si encontramos al menos dos indicadores podemos sospechad de que hay un problema de audición o una hipoacusia.
Para hacer una valoración a nivel casero:
*      Se le da al niño un listado de palabras y frases que el niño comprende, es decir que forman parte de su repertorio habitual.
*      Se le pide que repita esa palabra:
 1º)Viendo la cara del examinador.
 2º)Sin ver la boca del examinador.
Tenemos que comprobar que el nivel de atención es igual en los dos niveles y comprobar la diferencia en los dos casos.

5.     Consecuencias sociales y educativas

Según el enfoque Vygotskiano el lenguaje, en un principio, tiene función de comunicación social y después se interioriza para dirigir y organizar la actividad intelectual. La ausencia de lenguaje verbal externo puede dar pie a dificultades para desarrollar el pensamiento y para desarrollar el lenguaje interno, y ambas provocan la limitación del desarrollo cognitivo de las personas sordas.
Ahora bien, si hay una audición y un lenguaje limitado, hay menos interacciones sociales, y también hay más desajustes en las interacciones con los adultos e iguales.
Si sabemos que la audición es un sistema de recepción siempre abierto que permite ver y oír a la vez para recibir información continua y variada, entonces la dificultad para percibir toda esta información provoca situaciones de incomprensión del entorno. También provoca retraso en el establecimiento de las relaciones causales y en la ordenación temporal de los hechos.

6.     Etiopatogenia


Nombre
Descripción
Grado de pérdida
Tipo
Obstrucciones del oído externo
Tapones de cera y cuerpos extraños.
De 30 a 40 decibelios.
Conductiva
Obstrucciones del oído externo y/o medio
Agenesia del oído externo y/o medio
De 50 a 60 decibelios.
Conductiva
Obstrucción tubárica
Incidencia en la función auditiva. Con pérdida ligera o media.
De 50 a 60 decibelios (puede ser crónica).
Conductiva
Otitis
Inflamaciones del oído medio.
De 40 a 60 decibelios.
Mixta
Distrofias óseas
Primero conductiva y luego evoluciona a mixta, pudiendo dar cofosis.
No oyen nada
Conductiva, mixta o cofosis
Alteraciones vasculares y de los líquidos linfáticos del oído interno
Enfermedad de Meniére.
Pérdida variable.
Neurosensorial
Traumatismos
Descompresión brusca, ondas expansivas, traumatismos sonoros…
Pérdida variable.
Variable
Sorderas por intoxicación de medicamentos
Medicamentos y agentes químicos y tóxicos.
Grado variable de pérdida.
Neurosensorial
Sorderas por infecciones generales
Gripe, meningitis, fiebre…
Grado variable.
Neurosensorial
Neurinomas
Tumores en el nervio. Unilateral.
Pérdida variable.
Neurosensorial
Lesión en el tronco encefálico
Comprensivos o vasculares; puede haber o no manifestación de pérdida tonal.
Pérdida tonal variable.
Central
Alteraciones en corteza auditiva
Perturbación en la comprensión del lenguaje (afasia).
Pérdida variable.
Central
Genética
Recesiva; severa a grave, bilateral.
No progresiva.
Neurosensorial


7.     Respuestas educativas

Las necesidades educativas del alumno tienen que ser detectadas de forma temprana y especializada para que tenga una audición lo más funcional posible. Debe disponer de un entorno educativo con una comunicación eficaz para rehabilitar al máximo la audición y acceder al lenguaje oral y a las habilidades cognitivas que esto implica.
Se tiene que fomentar la seguridad del alumno en sí mismo y conseguir una integración social para acceder al currículum ordinario con la implicación de la familia.

El alumno sordo en el aula no recibe bien la información, ya que utiliza solo la visión y ésta no permite una atención dividida. Su nivel lingüístico es inferior y puede tener dificultades a la hora de entender el lenguaje que se utiliza, aunque no tiene problemas para las actividades que requieran una gran mediación del lenguaje.
Necesitan de un uso intensivo de medios visuales para aprender porque parten de un nivel de experiencias más pobres y reducidas. A la vez, necesitan un proceso de enseñanza más inducido y ajustado.

Importante mencionar diferentes estrategias para comunicarse con el alumno en clase:
*      Hablarle de frente y cerca de él.
*      Articular con claridad y en un tono normal y un ritmo pausado.
*      Apoyarle el lenguaje oral con signos; utilizar soportes visuales.
*      Anticipar el tema de conversación.
*      Comprobar que ha entendido todo lo que le hemos dicho.
*      Ayudarle a controlar su voz y su habla; y a expresarse.
*      Asegurar su atención visual y explicarle individualmente.
*      Ayudar a formular las preguntas cuando tenga dudas.
*      Favorecer un aprendizaje autónomo y comprensivo.
*      Trabajar en grupos reducidos.
*      Trabajar la comprensión y la expresión oral y escrita.
*      Priorizar la evaluación continua y adaptar los controles a sus posibilidades de comprensión y de expresión escrita.
Algo muy importante es ubicar al alumno en un lugar en el que pueda ver al profesor, donde no le de la luz en la cara, e intentando evitar los ruidos de fondo.

Se pueden distinguir cuatro tipos de apoyos para el alumno:
*     Fuera del aula: antes y después de una explicación para que participe y se refuercen los contenidos a adquirir.
*     Dentro del aula: ayudarle a participar en determinadas actividades con componente lingüístico.
*     Profesor de audición y lenguaje (logopeda): trabaja contenidos específicos de audición, comunicación y lenguaje oral.
*     Profesor de pedagogía terapéutica: apoya y refuerza los contenidos de la programación y asesora al profesor de aula.

8.     Ayudas técnicas

Ayudas técnicas:

*      Audífono: se trata de un pequeño dispositivo electrónico que capta los sonidos del habla y del entorno a través de un micrófono para procesarlos y amplificarlos, tratando de compensar la pérdida auditiva del usuario.
El audífono se adecuará a cada usuario según el grado y tipo de pérdida auditiva.
Hay cuatro tipos de audífonos:
*     Retroauriculares: se coloca en la parte posterior del pabellón auditivo.
*     Intraauricular: se colocar en la aurícula del pabellón.
*     Intracanal: menos visibles pero también menos potentes, por lo que se recomienda en sorderas medias y moderadas. Se coloca en el canal auditivo externo.
*     Intra CIC: se coloca en el conducto auditivo externo, quedando visible un pequeño tirador para poder extraerlo.

*      Implante coclear: opción médica para personas con una pérdida auditiva de severa a profunda. Pueden ser usadas de forma efectiva tanto por adultos como por niños, ya sean prelocutivos o postlocutivos. Mediante la estimulación de las células nerviosas sensoriales de la cóclea, los implantes permiten a los usuarios percibir sonidos y facilitar el acceso al lenguaje.
Consta de una parte externa, parecida al audífono, y otra interna, situada en la cóclea y para cuya implantación se requiere una intervención quirúrgica.

Ayudas técnicas o productos de apoyo:

*      Bucle magnético: sistema de amplificación de sonidos específicos.
*      Sistema de frecuencia modulada FM: trasmite las señales directamente desde la fuente sonora hasta el audífono o procesador del implante a través de ondas de radio moduladas en frecuencia.
*      Sistemas aumentativos de la comunicación oral:
*     La comunicación bimodal: basado en el uso del idioma oral y de unidades gestuales.
*     La palabra complementada: evita las ambigüedades de la lectura labial.
*     Lectura labial: destreza propia del sujeto para comprender lo que se le habla, observando los movimientos de los labios.

9.     Conclusiones

Hemos visto que la disminución de la audición puede paliarse con medidas técnicas, médicas y educativas.
Nuestra implicación como educadores es dar respuestas educativas individualizadas según el grado de pérdida de audición.
La pérdida auditiva es un factor que, a nivel cognitivo, es muy discapacitante porque condiciona, en gran medida, el desarrollo de la misma; en tablas comparativas hemos podido observar que las personas con discapacidad auditiva no llegan al pleno desarrollo cognitivo como las que tienen discapacidad visual o como las personas oyentes.
Es cierto que muchas discapacidades condicionan el desarrollo íntegro de la persona, pero, basándonos en estudios estadísticos, hemos visto que la discapacidad auditiva es una de las que más perjudica.
Mayoritariamente en el grupo, consideramos la discapacidad visual más restrictiva que la auditiva.

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